Su coche, al igual que muchos otros que circulan a diario por las carreteras de nuestras ciudades, contribuye a la contaminación del aire y a la emisión constante de ruido ambiental.
Un estudio científico recientemente publicado en la prestigiosa revista European Heart Journal (H. Heritier et al. European Heart Journal (2019) 40, 598-603 ) ha demostrado la relación entre el ruido producido por coches, motos, trenes y aviones y la muerte de origen cardiaco.
FISIOPATOLOGÍA
Es bien sabido que la exposición a los gases contaminantes procedentes de los vehículos y medios de transporte en general es nociva para la salud, e incide directamente en la morbilidad y mortalidad cardiovascular.
En el caso del ruido esa asociación no había sido bien estudiada hasta ahora. El ruido produce efectos cardiovasculares adversos por medio del estrés, la ansiedad, alteraciones en el sueño, la falta de descanso, cefalea, entre otros factores. Todo ello puede desencadenar la aparición de hipertensión arterial y enfermedades cardiacas tales como la cardiopatía isquémica o la insuficiencia cardiaca.
RESULTADOS PRINCIPALES
Según este estudio, por cada incremento de 10 decibelios (dB) aumenta el riesgo de muerte por infarto de miocardio un 3% si se trata de ruido por tráfico o aviones. En el caso del ruido producido por trenes el riesgo aumenta un 2%.
Otra manera de entenderlo es con un ejemplo (ver figura sobre estas líneas). Según los datos del estudio, un vecino que vive al lado de una carretera con tráfico habitual (80 dB) en comparación con otro que vive en un pueblo donde por la noche lo único que se oye son las hojas de los árboles (20 dB) tiene un 18% más de riesgo de morir por un infarto de miocardio.
CONCLUSIÓN
Este estudio realizado en Suiza evidencia que el ruido producido por los medios de transporte está íntimamente asociado a la muerte por infarto de miocardio, de manera independiente a la polución ambiental. Esto hace que el ruido empiece a ser considerado como un importante factor de riesgo cardiovascular.