Con motivo de las fiestas de Cartagineses y Romanos que se celebran estos días en la trimilenaria ciudad de Cartagena, vamos a adentrarnos en los conocimientos que tenían sobre el corazón los médicos que vivían en aquellos siglos de la Edad Antigua.
Hipócrates
El más famoso de todos los médicos de la antigüedad es Hipócrates de Cos (460 – 370 a.C). Es el primero en dejar de lado las supersticiones y creencias divinas y centrarse en examinar y razonar todo lo que ante sus ojos sucedía, convirtiéndose de esta manera en el Padre de la Medicina. Escribió numerosas obras que forman parte del Corphus Hippocraticus, y en el tomo VIII, hay un apartado “Sobre el Corazón”. En él describe, a partir de disecciones anatómicas en animales, cada una de las partes del corazón. Explica con detenimiento el pericardio, el líquido pericárdico y la función de éste. Además describe minuciosamente ambos ventrículos, las diferencias entre ellos, así como las válvulas cardíacas (que denomina “membranas ocultas”). Para Hipócrates las aurículas no formaban parte del corazón. Fue el primero en describir la acropaquia (aumento del tamaño de la punta de los dedos debido a la hipoxia sanguínea, que aparece, entre otros, en pacientes afectos de patologías pulmonares avanzadas o con cardiopatías congénitas cianóticas). También se conocen como «dedos hipocráticos».
Herófilo
Herófilo (335 – 280 a.C) fue en realidad el primer anatomista, pues fue el primero en realizar disecciones en cadáveres humanos, y vivisecciones (en reos con vida). Constató la sincronía del pulso con los latidos del corazón.
Erasístrato
Erasístrato (304 – 250 a.C), reconoció que el corazón estaba en el centro de la red de arterias y venas. En el plano anatómico, dió las primeras descripciones de la vena cava, las válvulas venosas y las arterias pulmonar y renal.
Galeno
Galeno de Pérgamo (129 – 216 d.C.), griego de nacimiento aunque desarrolló su actividad profesional en Roma, llegó a ser médico del emperador Marco Aurelio. Realizó numerosas aportaciones al conocimiento de la anatomía y la fisiología del ser humano, así como a la patología y la terapéutica. Entre ellas, describió que dentro de las arterias circulaba sangre, y no aire, como aseguraban sus predecesores. Definió las diferencias estructurales entre arterias y venas. Así mismo intentó explicar la circulación de la sangre, de manera parcialmente errónea. Todo ello lo dejó plasmado en su amplia obra. La medicina galénica se aplicó en Europa como verdad absoluta e incuestionable durante más de 1000 años.
Y con este pequeño apunte sobre la Historia de la Medicina, solamente nos queda felicitaros estas Fiestas de Cartagineses y Romanos 2017. Disfruten de las fiestas y no realicen grandes excesos. Pues ya lo decía Hipócrates:
«“El vino es una cosa maravillosamente apropiada para el hombre si, en tanto en la salud como en la enfermedad, se administra con tino y justa medida.”