Hace 40 años ocurrió uno de los hitos más importantes que se han dado en la Historia de la Medicina reciente. Al igual que las vacunas y los antibióticos han salvado a millones de personas desde su aparición, la Angioplastia y lo que se ha desarrollado a partir de ella han permitido que millones de personas puedan seguir viviendo.
EL INFARTO DE MIOCARDIO
La primera causa de muerte en el mundo desarrollado son las enfermedades cardiovasculares, y entre ellas, el infarto de miocardio. Hace más de 150 años, esta entidad era conocida como angina pectoris, aparecía una opresión torácica intensa con sensación de muerte inminente, sobre todo en hombres de mediana edad, y los médicos no podían hacer otra cosa que esperar desalentados al fatal desenlace: no había remedio que pudiera frenar aquella enfermedad.
Posteriormente se descubrieron los rayos X (Röntgen, 1895), el cateterismo cardiaco (1929, Forssmann), los betabloqueantes (el propanolol, Black, 1960), la cirugía de bypass aortocoronario (Favaloro, 1967). Pero fue hace exactamente 40 años, en 1977, cuando por primera vez se realizó una angioplastia coronaria con balón (Gruentzig). Esta técnica y lo que se desarrolló a partir de ella, ha salvado la vida a millones de personas. Vamos a explicar por qué.
La causa de la aparición de un infarto de miocardio es la rotura de una placa de ateroma vulnerable dentro de una arteria coronaria. Esta rotura hace que, en pocos minutos, se produzca un trombo en ese lugar, que ocluye completamente la luz de la arteria, impidiendo el riego sanguíneo del tejido miocárdico que depende de ella. Si no se reestablece el riego sanguíneo en las primeras horas, se produce la necrosis (muerte) del tejido cardiaco. Pero lo peor es que la falta de riego promueve la aparición de arritmias malignas (taquicardia ventricular y fibrilación ventricular), que son las que producen la muerte súbita y matan realmente al paciente.
LA ANGIOPLASTIA
El Dr. Gruentzig diseñó un balón de cloruro de polivinilo ajustado a un catéter en su propio laboratorio en la década de los 70. Y fue en 1977, en Zurich, cuando realizó con éxito la primera angioplastia con balón en una lesión coronaria de un paciente vivo, abriendo el camino al flujo sanguíneo. Este procedimiento estableció la vía de operar de forma segura en el interior de las arterias sin una cirugía abierta.
Posteriormente aparecieron la aterectomía rotacional, los stents y la ecografía intravascular para valoración de lesiones coronarias. Los primeros stents eran metálicos y posteriormente aparecieron los recubiertos con fármaco. Por último, se estableció la necesidad de atender el infarto (abrir la arteria coronaria) en el menor tiempo posible, ya que el pronóstico es mejor: cuanto más tiempo se gana, más miocardio se salva. Se desarrollaron entonces los programas de Angioplastia Primaria, que están prácticamente implantados en la totalidad de las comunidades autónomas de España, y que salvan miles de vidas humanas cada año.
CONCLUSIÓN
En definitiva, la Angioplastia es considerada un verdadero hito en la Historia de la Medicina, ha mejorado la asistencia médica del infarto de miocardio (la primera causa de muerte), aumentando la supervivencia y el pronóstico de millones de pacientes en todo el mundo.